Opiniones sobre "La Acera rota"
Miguel Delibes (escritor
y académico):
Un libro muy atractivo con un texto plástico, lleno de observaciones
e incidencias interesantes en cualquier circunstancia y que lo son más
aún por estar vinculadas a la guerra civil, episodio de nuestro pasado,
que continúa condicionando nuestro presente. Un libro al que auguro
y deseo el éxito.
Professor Dr. Dr.
h.c. Karl August Ott (catedrático en la Universidad
de Kiel):
"La acera rota" habe ich gelesen, und buchstäblich von Zeile zu Zeile mit wachsender Spannung und Bewunderung...
He leído "La acera rota" y ciertamente de línea
en línea con creciente admiración. La autora ha conseguido
en este libro un verdadero milagro: contar desde la perspetiva de una
niña sin caer jamás en lo trivial. Ello es algo asombroso.
Flaubert escribe: "La betise consiste a vouloir conclure" y
yo he de confesar que, aún después de tantas sorpresas
como este admirable libro me ha ofrecido en sus doscientas páginas,
no esperaba un tan conseguido final, que, dejando todo abierto, subraya
la profundidad del tema y corona la entera narración. Un libro
en verdad maravilloso.
Gonzalo Sobejano (catedrático de la Universidad de Nueva York):
He leído "La acera rota" de un solo tirón. Por la límpida sencillez y encanto con que evoca aquel duro tiempo me ha interesado profundamente. Una obra concentrada y transcendente, que es, al mismo tiempo para chicos y mayores.
Emilio Lledó (académico, catedrático de Filosofía,
UNED Madrid):
El libro es
una delicia de ternura, de sensibilidad, de observaciones, que han hecho
saltar a mi memoria de niño de la guerra mis juegos,
mis esperanzas y ese clima gris, que lo envolvía todo y en el que,
como consuelo, se enredaba el humo de nuestros sueños. Había
que soñar para resistir. Todo ello contado en una escritura limpia,
clarísima. El reflejo infantil se rompe, como la acera, cuando los
ojos adultos chocan contra el cristal, que alcanza a otro paisaje, a
otro espacio.
C. Pérez Montero (catedrática de Enseñanza Media
de Oviedo):
Lo que más me gusta de "La
acera rota" es su sencillez
al mismo tiempo que su profundidad. Las obras maestras son así. Estamos
hartos de técnicas, de mensajes... Este libro sin apariencias de
transcendalismo ¡cuánto dice y qué bien lo sabe contar!
Su ironía es sana y finísima. Sus descripciones las necesarias
y exactas. El hilo de la narración en su aprente sencillez dice todo
e insinúa suficientemente claro el desarrollo psicológico
de la protagonista con su carga de alegría y dolor. Yo la he leído
de un tirón. No he tenido la fuerza de aplazar su lectura: tan amena
e interesante me ha resultado.
Rosemarie Bollinger (Hamburgo, periodista y crítica literaria):
"La acera rota" es un libro muy bello, importante, uno de
esos libros que son necesarios. Lo he leído con sumo interés,
conmovida, impresionada por muchos aspectos. Admiro su absoluta sinceridad
con la memoria, que quizá culmina- para mí- en el episodio
en el que el padre regresa de la prisión.
Carmen Bobes (catedrática de la Universidad de Oviedo):
La lectura
de "La acera rota" me ha hecho recuperar escenas
y ambientes de mi infancia.. Pero, aparte de la emotividad que esto produce
y la pasión que nuestra guerra civil todavía suscita, el
libro contiene aún mucho más y ha sabido mantener el modo
narrativo a lo largo de todo el discurso y las anécdotas se integran
en él con toda soltura. Hay un hilo, que es la protagonista, que
mantiene la unidad de los episodios no sólo como técnica
sino semánticamente por el sentido único, que tienen. El
libro me ha gustado e interesado mucho.
Dr. Gehard Schewe (Academia de la Lengua. Berlín):
El gran logro de "La acera rota" consiste sobre todo en la extraordinaria forma de consguir que el lector se coloque en la psicología de la protagonsita, haciéndole sentir de manera tan creíble cómo la niña va experimentando poco a poco su mundo natural y social y cómo ello influye en su sensibilidad y forma de valorar.
El libro está muy lejos de una pintura Blanco/Negro y también
de todo juicio, que divida en bueno/malo, según la posición
política del autor. Evita, por el contrario, colocar en primer
término cualquier clase de determinación moral. Todo ello
me parece un "novum" y también lo es la incorporación
de elementos religiosos tomados aquí como parte totalmente natural
de la vida.
Johannes Hösle (italianista e hispanista, catedrático en
la universidad de Regensburg y autor recientemente de una obra de narrativa
sobre su infancia, que está teniendo gran éxito en Alemania):
Nunca he leído una retrospectiva tan completa en tantos aspectos de aquellos desgraciados años de la guerra civil española como en "La acera rota" en la que se ha conseguido mantener sin excepción la perspectiva infantil. Así conserva el libro con toda la riqueza de connotaciones sociales, políticas y psicológicas que transmite, su unidad y queda perfectamente redondo.
Especialmente me ha impresionado la descripción de la Primera Comunión, que muestra de nuevo lo que la una, santa, católica apostólica iglesia tanto en España como en la Suebia Alta de mi propia infancia ha traído: los mismos miedos, las mismas esperanzas, ilusiones, desilusiones... El libro lo he leído de un solo tirón.
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